LIBROFORUM CIENCIA AL CUBO

El pasado jueves 10 de Noviembre tuvimos el primer libro forum de Megalectores. América Valenzuela estuvo en el museo Cosmocaixa Madrid contestando vuestras preguntas sobre su libro “Ciencia al Cubo” y hablando de ciencia. Para los que no estuvisteis hemos recogido algunas de las preguntas y respuestas que se propusieron en el libro forum.

Pregunta: América ¿Cuáles son para ti las noticias más complicadas y cuáles las más fáciles?

 

América: Para mi las más fáciles son las noticias de animales, porque me gustan desde pequeña. Lo más difícil son siempre las noticias de física teórica.

 

P: ¿Qué noticias destacarías?

 

A: Del libro destacaría “la flor cadáver” o “los árboles lunares”. En general suelen atraer las noticias sobre el cuerpo, porque queremos entenderlo mejor.

 

P: Ahora se habla mucho del cerebro. Para ti, si el siglo XX fue el siglo de la ciencia, ¿qué línea científica seguiría el siglo XXI?

 

A: La neurociencia y los robots, sobretodo los robots emocionales.

 

P: Tú que eres química, si tuvieras que elegir una carrera, ¿cuál elegirías si tuvieras que tomar ahora esa elección?

 

A: Yo me quedaría con alguna clásica, como medicina o química, porque siempre funcionan.

 

P: A los niños les encanta los dinosaurios. ¿Qué destacarías de ellos a parte de lo que se suele conocer?

 

A: A mi los dinosaurios me parecen fascinantes. Me imagino a la primera persona que encontró un fósil de dinosaurio, se debió de quedar anonadada. Esa primera persona lo interpretó como un ser mitológico. Ahora ya tenemos muchos más recursos para saber qué son.

 

P: ¿Qué crees que pudo pasar con la extinción de los mamuts?

 

A: Una de las causas de la desaparición de los mamuts fue el hecho de que estuvieran acostumbrados al frío. Con la llegada del clima cálido, sumado a la llegada del ser humano, con la caza, acabaron por desaparecer.

 

P: Si tuvieras que hacer ahora un museo de ciencia, ¿de qué lo harías?

 

A: Yo abriría un museo dedicado al cerebro, para conocer las partes. Habría un cerebro virtual que funcionaría como el proyecto “blue brain”.

 

P: ¿Cómo te imaginas a tus oyentes?

 

A: De todo tipo. Desde preadolescentes hasta gente muy mayor. No hace falta saber mucho de ciencia para escuchar mi programa pero, soy consciente de que hay personas que tienen amplios conocimientos de ciencia que también me escuchan. Tengo que amoldarme a todos los públicos.

 

P: ¿Cómo ves el panorama de la divulgación científica?

 

A: Lo veo bien, antes, por ejemplo, en los periódicos no había sección de divulgación científica. De unos años hasta ahora sí que se ha creado, en periódicos como “el Mundo” o “Público”. Creo que va a ir a mejor.

 

P: A los que nos gustan los libros de divulgación científica nos ven como extraños. Me explico, tú hablas sobre arte y la gente te ve distinto, pero si hablas sobre ciencia te ven como un “bicho”. Me encuentro con pocos aficionados a la ciencia… ¿estamos solos?

 

A: Como me veo en un entorno científico, no veo eso que tú me estas diciendo. No obstante, creo que cada vez más a los que nos gusta la ciencia vamos siendo más y no se nos ve tan “bichos”.

 

 

 

P: ¿Cuáles son tus motivos de autodestrucción?

 

A: De manera equilibrada no, si sobrevivimos será por los avances tecnológicos.

 

P: ¿Qué haría usted para evitar esa autodestrucción?

 

A: Ponernos de acuerdo sin perder de vista que no estamos solos, que hay más seres en el mundo. Ponernos de acuerdo.

 

P: ¿Crees que estamos solos o que hay vida en el exterior?

 

A: Con la cantidad de planetas que hay, podría haber vida inteligente, otra cosa es que podamos encontrarla. Pero estoy segura que no estamos solos.

 

P: Siempre se critica que la Wikipedia tiene poco rigor científico ¿tú qué opinas?

 

A: Yo miro mucho la Wikipedia, pero no me quedo sólo con eso, siempre acudo a la referencia para conseguir la fuente original y poder contrastar la información.

 

Hasta aquí algunas de las preguntas que se lanzaron en el libro forum. Como hemos podido observar, América contestó tanto preguntas sobre su libro como de interés general.

Esperamos que sigáis comentando en la página http://www.megalectoresdeciencia.com


AMÉRICA VALENZUELA CON CIENCIA AL CUBO

¡HOY ES EL GRAN DÍA! América Valenzuela estará esperándote a partir de las 17:00 para la firma de su libro Ciencia al Cubo y a las 19:00 en el libroforum que se celebrara en Cosmocaixa Madrid (C/Pintor Velázquez, s/n. ALCOBENDAS -MADRID) . ¡NO FALTES!


La física en la vida cotidiana

¿Se puede levantar a una persona con sólo soplar una pajita? ¿Por qué flotan las nubes? ¿Cómo consigue una estrella de rock tirarse a la piscina de un noveno piso y caer dentro? ¿Por qué los beduinos se visten de negro? ¿Puede caer un rayo en un avión? ¿Por qué hay dos mareas por día? ¿Se puede medir el radio dela Tierracon un reloj de pulsera? ¿Por qué se nos tapan los oídos cuando el avión en el que viajamos desciende para aterrizar? ¿Qué tienen que ver los árboles con las cámaras fotográficas? ¿Un agota de agua puede servir como una lupa?

Estas y muchas otras preguntas son las que Alberto Rojo nos plantea en el libro donde podemos comprobar que la física puede ser divertida, y que los elementos y escenas cotidianas que vivimos a diario pueden servirnos para realizar experimentos ingeniosos que nos harán ver más allá de la realidad convencional.

 

 


Los primeros americanos

Tal y como nos descubre América Valenzuela en Ciencia al Cubo, los primeros habitantes del continente americano vivieron antes de lo que se creía. Un equipo de arqueólogos ha encontrado miles de herramientas que sitúan a las primeras poblaciones de humanos en el continente hace 15.500 años, es decir, 2500 antes de lo que se pensaba. Hasta ahora, la creencia ha sido que los primeros humanos de América fueron los Clovis, un pueblo con herramientas muy desarrolladas que se creía llegó a América a través del estrecho de Bering, que en la época contaba con un puente natural de tierra debido al bajo nivel del mar. Pero parece ser que el hallazgo de 15528 artefactos de silex situados en un estrato más profundo que la cultura Clovis en Texas ha sido considerada prueba irrefutable de que existía una cultura anterior a ésta.


Pareidolia

¿Te ha ocurrido alguna vez? Estás tomando el sol en la playa, mirando las nubes, y en un instante de parece distinguir un rostro en una de ellas que más tarde se disipa. ¿Por qué ocurre esto? El fenómeno se denomina pareidolia. Nuestro cerebro clasifica los objetos en una serie de categorías que creamos en nuestra infancia . Es decir, si vemos por ejemplo una mesa, nuestro cerebro lo identifica como mesa porque lo compara con otros patrones creados con anterioridad. Por lo tanto, cuando nos cuesta reconocer la forma de una estructura, nuestro cerebro intenta darle forma comparándolo con el resto de elementos que hemos conocido con anterioridad.

 

A continuación podemos ver una serie de ejemplos de pareidolia:

 


Supercerebros: De los superdotados a los genios

 El cerebro humano cuenta con 100000 millones de células que lo convierten en la creación más compleja de la naturaleza. Éste no funciona de la misma manera en todas las personas. Hay un grupo de seres humanos que poseen un cerebro excepcional. En el libro, Robert Clarke nos cuenta las historias de niños superdotados, calculadores prodigio, mnemonistas de memoria prodigiosa, virtuosos del cálculo mental y personajes que han llevado a la humanidad a una realidad cualitativamente nueva como Newton, Picasso, Mozart, Darwin o Einstein. Personas que nos hacen ver el gran potencial del cerebro humano.


Avestruces que dejaron de volar

 Los avestruces, los emus, casuarios, ñandúes, kiwis y los extintos moas son aves que no vuelan ¿cuándo y por qué dejaron de volar estos animales? Un equipo de científicos dela Universidadde Australia ha lanzado una novedosa teoría, propone que estas aves dejaron de volar cuando los dinosaurios desparecieron de la tierra. Las fechas coinciden. Hace 65 millones de años desaparecieron los dinos y las aves aparecieron poco después. Hasta ahora se pensaba que estas aves aparecieron hace 80 millones de años y que derivaban de un antepasado común que no volaba, pero esta teoría sostiene que cuando los dinosaurios, sus depredadores naturales, desaparecieron, estas aves comenzaron a crecer hasta el punto que sus alas no pudieron seguir dándoles la capacidad de volar. América Valenzuela nos lo cuenta en RTVE


¿Por qué bostezamos?

Muchas veces nos hemos hecho esta pregunta. De momento no existe una respuesta exacta a esta pregunta, ya que aún no hay pruebas científicas de que se deba a que estamos cansados, aburridos o tengamos hambre.

Podríamos describir el bostezo, desde un punto de vista técnico, como una apertura de la boca, seguida de una inhalación y exhalación profundas. Los científicos coinciden en que es un reflejo de las vías respiratorias involuntarias que regulan el dióxido de carbono y los niveles de oxígeno en la sangre.

Una hipótesis bastante respaldada es la de que en el momento que bostezamos la respiración es muy superficial y el organismo recibe poco oxígeno, lo que conllevaría al bostezo.

Respecto al contagio del bostezo, hay científicos que mantienen la hipótesis de la sugestión, sin embargo, esta teoría no explica por qué se producen bostezos excesivos en pacientes con daños cerebrales menores o con esclerosis múltiple.

 


Ciencia basura

Dan Agin, como consagrado científico, nos habla en su libro de la manipulación que puede llegar a sufrir la ciencia en su divulgación y las importantes consecuencias que esto conlleva.

La información científica, según el contexto histórico en el que se encuentre, corre el riesgo de ser manipulada para satisfacer intereses políticos o económicos. Conocemos casos históricos como el ataque continuo de la inquisición a Galileo, y de cómo la ignorancia y el aferramiento a ser única fuente de poder de información que fue la inquisición afectó a éste en sus descubrimientos científicos.

Un libro interesante que nos lleva a cuestionarnos verdades que se dan por hechas y a tener en cuenta la influencia de factores externos a la hora de divulgar el conocimiento científico.


Implantes cerebrales de seda

Según nos cuenta América Valenzuela la seda es uno de los tejidos más apreciados en la industria textil. Pero ahora tiene una nueva utilidad, muy alejada del patronaje. Servirá como implante cerebral. El implante es a grandes rasgos una minúscula pegatina de un derivado de la seda y que lleva incorporados los circuitos, los electrodos que actuarán sobre el cerebro. La sustancia que compone la seda se disuelve y desaparece al entrar en contacto con el cerebro, por lo que de este modo los electrodos quedan perfectamente ajustados al órgano sin causar inflamación y además podría permitir el tratamiento de zonas del cerebro hasta ahora inaccesibles.